Los indicadores financieros son una parte clave para el manejo de cualquier empresa, pues la información obtenida le permitirá a la persona que dirija la organización tomar mejores decisiones de negocio para generar ganancias sostenibles a largo plazo.
Estos índices se encargan de determinar la capacidad de liquidez de una compañía, así como su nivel de rentabilidad, eficiencia y otros parámetros. Por lo que es muy importante que los conozcas, sobre todo si tu objetivo es comprender mejor el desarrollo y comportamiento de tu negocio. Así que, para ayudarte a conseguirlo, en este apartado daremos un breve repaso por algunos de los principales indicadores financieros para las empresas.
Indicador de rentabilidad
Como su nombre lo indica, se trata de un ratio que mide la rentabilidad de una organización en el tiempo, es decir, que determina el grado de sostenibilidad de tu empresa. Para que un negocio se mantenga rentable, se debe llevar a cabo una buena administración de los costos y gastos, con el propósito de que puedan convertirse en utilidad.
Básicamente, la clave para que un negocio sea rentable está en llevar una excelente administración y un buen manejo de los recursos.
Entre la clasificación de los indicadores de rentabilidad se encuentra el margen bruto de utilidad, el margen neto de utilidad, los gastos de administración y ventas, la rentabilidad del patrimonio y el margen operacional de actividad.
Margen de utilidad bruta
Este margen también es conocido como ‘margen de beneficio’ y forma parte de los indicadores financieros de rentabilidad. Su función principal es saber cuánto dinero está produciendo la venta de un determinado producto o servicio.
El margen de utilidad bruta normalmente es utilizado para definir el precio de un producto o servicio en específico, y para calcularlo es necesario aplicar la siguiente fórmula:
(Ingresos totales – Coste de los productos o servicios)
Ahora bien, para calcular el margen porcentual de la utilidad bruta, la fórmula sería:
[(Utilidad bruta / Ingresos totales) x 100]
Para entenderlo un poco mejor, veamos un ejemplo. supongamos que los ingresos operacionales netos de tu empresa son $1000 (lo cual incluye tanto los pagos digitales como en efectivo), mientras que sus costos de venta son $700. Aplicando la fórmula, tendríamos una utilidad bruta de $300, con un margen bruto de 30.
Lo que te indicaría que tus ingresos operacionales netos generaron 30 % de la utilidad bruta. Es decir que, por cada dólar vendido, tu empresa registró 30 centavos de utilidad.
Capital de trabajo
Corresponde a uno de los indicadores financieros de liquidez más importantes para cualquier empresa, ya que permite determinar su capacidad para desarrollar y llevar a cabo actividades a corto plazo. Lo que en otras palabras quiere decir que es útil para precisar los recursos financieros que posee una organización y que le permiten operar de forma inmediata y con eficiencia.
Para calcular el capital de trabajo es necesario aplicar la siguiente fórmula:
(Activos corrientes – Pasivos corrientes)
Para este caso, la relación mínima debe ser 1:1, es decir, por cada dólar que tiene la empresa, también debe 1 dólar.
Indicador de eficiencia
Esta métrica se encarga de evaluar la capacidad que tiene la empresa para administrar sus recursos, estudiando la forma en la que se manejaron dichos recursos.
Si lo llevamos a palabras más simples, se podría decir que el indicador de eficiencia se enfoca en la relación que existe entre los costos de las materias primas y los productos finales.
Indicador de liquidez
Por último, tenemos al indicador de liquidez, el cual se encarga de medir la capacidad que tiene la empresa para generar dinero en efectivo para cumplir con los compromisos que se vencen a corto plazo.
En este sentido, la liquidez mide la capacidad de pago en efectivo que tiene una determinada empresa, y mientras más alto sea este indicador, mayor será la probabilidad de que la organización sea capaz de liquidar o cancelar sus deudas, en un corto periodo de tiempo.