Vender productos por internet y ser reconocidos como marca ante un público masivo definitivamente es un trabajo muy complicado que conlleva mucho esfuerzo, inversión, tiempo, estudio, investigación y constancia, sobre todo cuando se trata de nuevos emprendimientos que buscan darse a conocer en un mercado cada vez más saturado de negocios.
Ante esto, resulta necesario innovar y pensar fuera de la caja, hoy en día ya no basta con solo abrir una página por internet, llenarla de fotos e información sobre los productos y servicios que ofrece la marca y disponer de una terminal bancaria para recibir los pagos. Para sobresalir entre la competencia es fundamental utilizar técnicas publicitarias distintas a lo que los demás acostumbran a implementar en sus negocios y marcar la diferencia, y eso es precisamente lo que hace el marketing de guerrilla.
¿Qué es el marketing de guerrilla?
El marketing o publicidad de guerrilla hace referencia a un conjunto de acciones y estrategias ejecutadas a través de medios no convencionales y que logran alcanzar sus objetivos gracias al ingenio y la creatividad, y no por la inversión de capital en espacios publicitarios tradicionales.
El término destaca el aspecto poco convencional y la elección de llevar a cabo una serie de pequeñas acciones de marketing dirigidas, en lugar de una campaña publicitaria habitual que por lo general requiere de un alto presupuesto de inversión.
Sin embargo, existe un inconveniente con este tipo de estrategias, y es que en ocasiones pueden llegar a rozar la legalidad o la ética del marketing. De hecho, los mayores riesgos del marketing de guerrilla son las repercusiones legales que pueden tener para las empresas que implementan estas tácticas. Pero si se ejecutan correctamente pueden arrojar grandes resultados, mucho más atractivos que las técnicas de mercadeo tradicional.
Ventajas de implementar el marketing de guerrilla
Las tácticas de marketing de guerrilla tienen la capacidad de conectar con la audiencia de una manera única a la que los anuncios publicitarios convencionales no pueden apuntar. Con este tipo de estrategias una pequeña empresa puede llegar a formar parte de la vida diaria de un cliente.
Un excelente ejemplo del poder que puede tener el marketing de guerrilla se puede ver con la empresa Red Bull, que logró recaudar más de 9 millones de dólares con basura ¿Cómo lo hizo? Pues con una estrategia muy ingeniosa que solo a pocos se le ocurrirían.
En la década de los 80 las empresas que vendían bebidas energizantes tarde o temprano caían en quiebra, ya que el mercado estaba repleto de competencia. Ante esta situación Red Bull, una empresa que en ese entonces apenas iniciaba, buscó expandirse a Reino Unido, pero se encontraron con un gran inconveniente, y es que no tenían suficiente presupuesto para pagar campañas de marketing masivas.
Así que, para no quedar en el olvido como marca, buscaron una alternativa mucho más económica, llenar a toda la ciudad de Londres con latas de Red Bull vacías en cada rincón, desde basureros, discotecas y clubs hasta restaurantes y parques. Como nadie los conocía, les hicieron pensar a las personas que su producto era una bebida muy consumida y, por lo tanto, muy buena, lo que terminó disparando las ventas de Red Bull, logrando así diferenciarse del resto de la competencia.
Si bien, plataformas como redes sociales o los medios digitales en general tienen el potencial para ser grandes herramientas para conectar con los consumidores, el marketing de guerrilla sigue siendo una forma física y auténtica de conectar con el público.
Tener la habilidad para innovar en diferentes aspectos puede hacer que una empresa logre comunicar lo que la hace diferente del resto y dar a sus clientes algo con que identificarse.